Por: Lola Bahr
Hace aproximadamente dos semanas un grupo
radical islámico, Boko Haram, secuestró a unas 200 adolescentes. Sobre la
cifra, como pasa cada vez más, no se sabe aún con exactitud cuántas han sido
–por motivos de seguridad?!?!?!?!-. Tampoco hay una información clara de que
han hecho con ellas; algunas han escapado y han podido contar que les hicieron,
pero todo está muy confuso. Y de momento no se sabe de que tengan ninguna ayuda
de gobiernos u otras organizaciones para saber si podrán continuar con sus
estudios y si rescataran a las que faltan.
Pueden que las quieran vender, o las
quieran casar con desconocidos o no se sabe qué les harán, lo que sí es cierto
es que este grupo no quiere que haya niñas con ganas de estudiar y formarse en
una carrera.
Con intenciones desconocidas, este grupo
radical irrumpió en un colegio de Chibok para secuestrar a un grupo de jóvenes
que estaban a punto de hacer sus exámenes y poder acceder a diferentes
carreras.
Lo que nos atañe aquí es que eran jóvenes
con ilusión de estudiar y formarse, la gran mayoría de ellas, para aportar
oportunidades a la comunidad donde viven.
Traemos esta noticia porque nos ha hecho
reflexionar, sobre otra de las desproporciones que se dan en esta bolita azul
donde habitamos.
Mientras unas podemos acceder
prácticamente a cualquier estudio o formación que se nos antoje, otras son
raptadas, violadas, esclavizadas, y un largo etcétera que ya nos podemos
imaginar; todo porque quieren estudiar, quieren aprender, formarse y servir de
ayuda al pueblo.
La formación de lo femenino sigue estando
muy limitada en muchos países, lo cual nos hace pensar en el compromiso por
estudiar, investigar y formarnos en los lugares donde podemos tener más acceso
a ello.
Ojalá no se quede en el pensar y nos
sirva de motivación para ser más activas en lo que concierne a nuestro
desarrollo, crecimiento y formación.
Les dejo el link para que puedan leer la
información más detallada.
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