De nuestra formación depende nuestro bienestar como personas dignas que viven en un mundo masculino. De nuestra formación depende el poder optar por un cambio hacia un mundo en donde lo femenino pueda aportar sus ideas.
Este blog se dedica a indagar en diferentes planteamientos de cara a conseguir dicha formación
Nos
alegra comprobar que hay padres que comienzan a movilizarse ante la presión que
sufren sus hijos por causa de los “deberes en casa”.
España
es un vivo ejemplo de esos países que necesitan urgentemente revisar sus
sistemas educativos, los cuales son más bien propios del medioevo que del siglo
XXI.
Los
hijos “pertenecen” a sus padres hasta la edad que van al colegio, que en
nuestro país es obligatorio desde una edad bien temprana. De no hacerlo, puedes
incurrir en un delito. Desde ese momento una “educación”, que va cambiando
según los modelos políticos imperantes, irrumpe en las casas ante la impotencia
de los niños y la pasividad de los padres.
Por
eso nos alegramos de que comience haber movimientos por parte de éstos para que
sean ellos, y no el “papa estado”, los que decidan sobre el rumbo de sus hijos.
Sin duda,
los colegios tal y como están planteados, son una cárcel para los niños. Están
condenados durante 13 o 14 años a un régimen que se mueve aún por el premio y
el castigo; permanecen en las celdas-aulas y a ratos salen al patio al recreo;
eso sí, como buenos presos pueden ir a dormir a casa. Y el ratito que podría
quedar de juego, divertimento, convivencia con los hermanos o vecinos, queda
eclipsado por el agobiante peso de hacer los “deberes”. Ni qué decir tiene que
pensar en cualquier otra actividad, como pudiera ser el aprendizaje de la
música (por ejemplo) tan necesaria en la educación, es muy remoto.
Y nos
preguntamos: ¿Y qué hacen nuestros hijos durante –nada más y nada menos-que ocho horas diarias en el colegio? ¿No
sería allí donde a lo largo de esa extensa jornada hicieran los dichosos deberes?
Vivimos
en una sociedad que desde muy temprana edad trata de amargarte la vida como
sea. ¿Pueden ser las cosas diferentes? No es fácil, porque el estilo de vida actual parte de una
necesidad de domesticar a los ciudadanos, y como vemos, lo hace desde muy
temprana edad. Pero también es cierto que se pueden proponer alternativas y
buscar otros modelos. Finlandia es buen ejemplo de un sistema de educación bien
diferente. No será la panacea… pero apunta más bien a una formación holística.
En
cualquier caso,esta noticia invita a
una reflexión de los padres para que dejen de ser sujetos pasivos en cuanto a
la educación de los hijos,y sobre todo
es una muestra de que, si los padres dejan bien claro que son ellos loscustodios de sus hijos yque ningún ”papa estado” tiene porqué
adoptarlos, se pueden tomar iniciativas para liberar –en la medida de lo
posible- a los niños de una situación enfermiza.
Sin duda Finlandia siempre ha sido ejemplo en la educación y este
es uno de los aspectos que marcan la diferencia entre la educación en la mayoría
de los países y Finlandia: Una “asignatura” llamada Kotitalous: Economía
doméstica. Se desarrolla en las aulas de las escuelas finlandesas tres veces
por semana. Pasadas las 11 de la mañana, quince chicos de 13 años dejan sus
libros sobre las mesas y se disponen a ponerse sus delantales, cada uno sabe la
función que tiene que desempeñar: unos se encargan de vaciar el lavavajillas,
otros ponen las mesas, otros planchan los manteles. Un aula que más bien podría
parecer un pequeño apartamento con lavadora, secadora, nevera, congelador, cafetera,
lavaderos, horno…
La profesora se encarga de supervisar las funciones: “la semana
pasada aprendimos como preparar el almuerzo de pascua. Hoy pensaremos cual será
el próximo menú, los estudiantes deciden el menú, qué quieren aprender y yo me
encargo de la compra”. Todos los chicos y las chicas están descalzos como en
cualquier casa finlandesa, y esto contribuye a dar una atmósfera más familiar.
Este curso no es un experimento creado por un movimiento
feminista, En Muurame como en todo el país desde hace treinta años la economía
doméstica hace parte del programa de las escuelas para los estudiantes entre 13
y 15 años.
Se aprende a cocinar, a lavar a mano las prendas delicadas y a
usar el dinero en manera responsable. Tres horas a la semana, para ellos su
hora preferida según un sondeo publicado en el Helsingin Sanomat, del mismo
modo que son preferidas las lecciones que se están desarrollando en el aula
vecina donde se enseña käsityö, asignatura obligatoria en el primer año de
escuela a los niños de 7 años, donde se les enseña como trabajar la madera y
los tejidos. Se aprende a tejer, remendar un calcetín, construir juguetes para
divertirse en la nieve o hacer una casita para los pájaros.
Enseñar a estos chicos como hacer las cosas pos si mismos significa
hacerlos autónomos, son cosas que todos necesitarán dentro de 5 años cuando
vayan a vivir solos. Uno de ellos dice: “Después de la selectividad voy a vivir
en Jyväskylä y estudiaré economía” -explica mientras se limpia las manos en su
delantal- “ninguno vendrá a casa a planchar mis camisas o prepararme la comida,
menos aún mi madre, por esto creo que es justo y natural que también los
hombres aprendamos como hacer estas cosas”.
Estas palabras tiran por la borda los “roles de género”, es decir lo
que espera la sociedad de los hombres y de las mujeres. En Finlandia toda
persona nacida después de 1970 ha aprendido en la escuela como administrar una
casa.
Estos hechos marcan la diferencia en la educación entre Finlandia
y casi todos los países, por ejemplo con Italia, en donde todas las iniciativas
que se centran en eliminar los estereotipos de género son vistas con recelo,
según Emmanuela Abbatecola profesora asociada del departamento de Ciencias
Naturales de la Universidad de Génova y animadora de la revista “AG- About
Gender”.
Sin embargo la educación de genero día a día se abre camino y hay
pequeñas grandes propuestas que se van sugiriendo para la educación. Por
ejemplo: “El Juego del Respeto”, es un juego para niños de la escuela primaria
donde por medio de cartas se representan labores que realizan tanto hombres
como mujeres, el objetivo: enseñar a las niñas y a los niños que existen
bomberos y bomberas, y que en casa no solo la mamá es quien debe lavar los
platos. Las creadoras del proyecto se quejan de que han sido acusadas de volver
a los chicos afeminados, enseñándoles a realizar labores que tradicionalmente
son realizadas por las mujeres.
Este tipo de afirmaciones lleva a que muchos niños terminan por
creerse que “las mujeres lavan los platos y los hombres van a trabajar porque
son mas fuertes”, como lo comprueba un video que circula por las escuelas
primarias italianas en donde entrevistan a niñas y niños sobre las diferencias
de género. Los niños copian lo que ven, si viven en familias donde solo la mamá
se encarga de los niños pensarán que es lo normal. Ellos son nuestro espejo y
lo que ellos expresan nos puede ayudar a entender como nos perciben ellos y
cual es el mensaje que los adultos estamos pasando a las nuevas generaciones
sin darnos cuenta.
El World Economic Forum ha realizado una estadística sobre el
“Gender Gap” que mide la igualdad entre los géneros. Finlandia está en el
segundo puesto después de Islandia, mientras que Italia ocupa el puesto 69 y
España el puesto 29.
Enseñar a las niñas y los niños como hacer las labores domésticas
ayudará a los niños a tener una actitud de compartir funciones, enseñarles a
ver desde otro lugar el concepto de maternidad, donde no solo la mujer es la
responsable de cuidar a los hijos y la casa. Liberar a los niños de los
estereotipos que nos dividen significa promover a adultos libres en su vida
privada y profesional.
Aqui os dejamos el link de este artóciulo para que veais un video que presentan:
A continuación os dejamos el video: “Ma il cielo é sempre
più blu”, es el video que se está divulgando en algunas escuelas primarias
italianas para la educación de género.