jueves, 1 de agosto de 2013

ELENA LUCREZIA CORNARO PISCOPIA, LA PRIMERA MUJER EN OBTENER UN TITULO UNIVERSITARIO

Por Clara Restrepo


Italia, cuna del Renacimiento nos ha dejado una gran herencia, cultural, social, artística y filosófica. Siempre se habla de los llamados “hombres del Renacimiento” pero lo que pocos saben es que existieron grandes mujeres que participaron también en este grande movimiento artístico. Mujeres pintoras como Sofosniba Anguisola o Artemisa Gentileschi. Músicas y compositoras como Barbara Strozzi, Filósofas como Isotta Nogarolla, mecenas como Isabella de Este o Caterina de Medici, científicas como Laura Bassi. Es por eso que quisiéramos hablar de una mujer, veneciana, su nombre, Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, la primera mujer en recibir un título universitario en el mundo, Titulo otorgado por la Universidad de Padova.

La Universidad de Padova es reconocida como una de las Universidades más antiguas de Europa y la segunda en Italia después de la Universidad de Bologna, Fue fundada en 1222 y desde sus inicios mostró una gran apertura en su ideología a tal punto que fue la primera universidad en Europa en aceptar estudiantes y profesores de otros credos, incluidos los estudiantes judíos, se la considera la cuna de la revolución científica. También es la primera universidad en el mundo que le otorga un título universitario a una mujer: Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, graduada en filosofía el 25 de Junio de 1678,

Elena Lucrezia Cornaro Piscopia (1646 – 1684) Fue la primera mujer en la historia en doctorarse en Filosofía. Nació el 5 de junio en el seno de una familia noble veneciana. Fue la tercera hija de Juana Bonilla Zanetta y Giovanni Battista  Cornaro-Piscopia. Su padre era el procurador de San Marco (Venecia), lo que le daba derecho a un alojamiento en la famosa plaza.  Su padre la educó dentro del movimiento humanista pero no fue el, si no un cura quien se dio cuenta de las increíbles habilidades de Elena Lucrezia. Desde entonces, su familia procuró buscarle un tutor formal para que profundizase más en su educación. Así, llego a aprender latín, griego, árabe, el caldeo, Inglés, francés, hebreo y español. También estudió ciencias, las matemáticas y la astronomía, así como la filosofía y la teología. Mostrando un mayor interés por el razonamiento, la filosofía y la teología. Pero no solo eso, ya que también se dejó cautivar por la música y en muy poco tiempo, supo dominar con gran maestría el clavecín, el clavicordio, el arpa y el violín.

A los 14 años hace secretamente voto de castidad y evita a partir de ese momento cualquier intento paterno de casarla. Su mayor anhelo era dedicarse a la caridad. En 1672 quería entrar a la Orden Benedictina, pero su padre le negó el permiso. En cambio, la envió a la Universidad de Padova para continuar sus estudios. Elena Lucrezia optó por el doctorado en teología, tropezando con la intransigencia de la iglesia que no podía concebir que una mujer enseñara a los monjes. Así que decide preparase el doctorado en filosofía.

Su examen de doctorado es legendario: iba a producirse en el salón de actos de la universidad, pero hubo tal afluencia de público que tuvo que defender su tesis sobre el Análisis y la Física de Aristóteles en la catedral. Su examen fue tan brillante que el 25 de junio de 1678 consiguió ser la primera mujer en doctorarse en el mundo. Tenía 32 años.

Si bien dominó casi todas las ramas del saber, en la universidad de Padova enseñó a estudiantes de toda Europa matemáticas. Poco después decide ingresar en la orden benedictina y dedicarse a la caridad. Muere, posiblemente de tuberculosis, el 26 de julio de 1684. Está enterrada, según sus deseos, en el monasterio San Giustina de Padova.  Su obra se publicó después de su muerte, en 1688 en Parma.


Queríamos resaltar la vida de esta mujer en un mundo completamente masculino como era la Europa del 600, con todos los tabúes y restricciones por parte de la Iglesia, logró salir adelante y ser un ejemplo de tesón para las futuras generaciones.


Escultura de Elena Lucrezia Cornaro
Palazzo del Bo. Sede Histórica de la Universidad de Padova