jueves, 23 de julio de 2015

EDUCAZIONE SENTIMENTALE

Por: Selma Berrezouga



Quando si parla di Educazione Sentimentale l’immagine che si crea nella mente è:
o quella della copertina del romanzo di Gustav Floubert;
o la proposta di legge che prevede un’ora dedicata all’educazione sentimentale nelle scuole medie inferiori e superiori per far fronte alla violenza sulle donne, bullismo e omofobia.

Ma che cos’è l’Educazione Sentimentale?
Secondo ciò che leggo s’intende per Educazione Sentimentale: “educare al sentire i sentimenti e a non stravolgerli controllandoli troppo.” 
Noi oggi al contrario, veniamo educati a controllare i sentimenti, da essi ci dobbiamo difendere perché implicano la passività in quanto non si può decidere quello che si sente. Dobbiamo imparare a diffidare dei sentimenti, a viverli come minacciosi perché non si sa mai che effetti possano avere e dove ci possono portare. 
In realtà i sentimenti dovrebbero avere una loro intrinseca saggezza, una saggezza diversa dalla razionalità del pensiero, una saggezza basata sul prendersi la responsabilità, incedibile ad altri, di ciò che si sente.

Tutto ciò che sentiamo porta con sé un’immagine il che significa che sviluppando la capacità di immaginare potrei educare il mio sentire; ma non solo, tutto ciò che è Arte procede dall’aver saputo dare proprietà strutturali all’immagine che provoca in noi un sentimento. Da qui l’idea che sia l’Arte ciò che può essere preso a monito di riferimento per un’Educazione Sentimentale.

martes, 7 de julio de 2015

QUIEN COME SANO… APRENDE MÁS NUEVAS PROPUESTAS EN TORNO A LA EDUCACION ALIMENTICIA


Por Clara Restrepo
 
“Nutrir el planeta-Energía para la vida”. Este es el slogan de la Expo Milano 2015 donde expertos de todo el mundo discuten sobre una alimentación sana y suficiente para todos. Mientras los expertos discuten sobre estos temas que nos conciernen a todos, en la ciudad de Milán se ha incrementado el desperdicio de alimentos debido a la afluencia turística para la Expo. De frente a esta realidad nos preguntamos de qué sirve crear estos eventos parafernálicos que al final solo buscan promover turística y económicamente regiones del planeta si en realidad no sale ninguna propuesta válida y mientras tanto se sigue desperdiciando el alimento y muriendo seres humanos en el planeta por el despilfarro del primer mundo.
Sin embargo, existen pequeñas propuestas, que están surgiendo en diferentes lugares que nos dan una alternativa para desarrollar una nueva perspectiva de frente a los alimentos y a la alimentación.
Queremos presentaros algunas de ellas, que nos hemos encontrado en un artículo de Euronews, e incluir una más, muy cercana a nosotros que se está desarrollando por parte de una alumna de la Escuela Neijing en Cagliari Cerdeña.
Bhutan: Una escuela con cocina biológica.
Es un lunes por la mañana como otras más y Dechen Wangmo se está preparando para llevar sus hijos a la escuela. Ugyen tiene 9 años y cursa la elemental; la escuela se encuentra a treinta minutos de casa, sin auto van caminando. A diferencia de los otros padres de los otros estudiantes Dechen se queda en la escuela junto con su hija más pequeña de 4 años porque no tiene ninguna persona que pueda cuidarla.
“Voy a la escuela a cocinar para los estudiantes y para mi hijo, no tengo mucho trabajo en casa, la escuela nos asegura la comida y estoy más que feliz de poder dar una mano”, cuenta la madre.
La jornada empieza con las oraciones. La escuela elemental Jingme Losei es una de las primeras escuelas en Bhutan donde en el 2009 se introdujo un programa de alimentación sostenible. El presidente explica cómo y porqué nace esta iniciativa: “algunos niños que no estaban nunca con los otros y no comían juntos escapaban del grupo y siempre estaban solos. Nos preguntamos el por qué, después de haber hecho un pequeño sondeo descubrimos que eran niños de familias pobres y que no tenían suficientes recursos alimentarios en casa”.
Para el arroz, alimento base, las familias de los estudiantes contribuyen cada mes con un sistema de aporte voluntario. Para las verduras se ha cultivado un pequeño huerto en el edificio de la escuela donde se cultivan verduras. Comer bien y sano ha mejorado el aprendizaje y el rendimiento escolar. Signo de que una dieta equilibrada y sana ayuda al cuerpo y al cerebro.
Portugal: Una Escuela con huerta biológica.
Cultivar la tierra es una actividad didáctica fundamental para la escuela elemental y materna de Vila Real. Los estudiantes della “Prado” aprenden a cultivar verduras y frutas en el jardín biológico creado hace 11 años, una verdadera Eco- Escuela.
“Los niños deben ser conscientes de el hecho que no se debe contaminar el ambiente, debemos enseñarles como sembrar, recoger y consumir los huertos. Posteriormente aprenden como los animales se relacionan en su propio ambiente, sus características, su morfología.. es una actividad educativa importante”. Relata Maria Luisa Queirós, coordinadora del proyecto.
Los niños aprenden también a cocinar el alimento producido, son pequeños chef que nos cuentan que alimentos están preparando con los huevos frescos, desde tortas hasta sopas.
Dulces a base de frutas y verduras hacen parte del menú, a los niños se les prohíbe llevar a la escuela chocolates o galletas como merienda, porque deben aprender a seguir una dieta sana. Las madres se encuentran satisfechas de los resultados de esta iniciativa. El trabajo desarrollado por profesores y padres de familia desde el 2014 ha ganado el premio a la mejor escuela biológica junto a otras asociaciones portuguesas.
Senegal: Cursos de cocina local
El gobierno de este país africano está tratando de reducir la importación del arroz, pero no es fácil convencer a la población de cambiar sus hábitos alimenticios.
Khadija frecuenta los cursos de cocina del PAFA, una organización que involucra directamente a los agricultores, su objetivo: introducir el consumo de los cereales. En estos cursos ella ha aprendido a cocinar nuevas recetas sustituyendo el arroz por productos locales tales como el Couscous. El aumento de la demanda de cereales está dando nuevas oportunidades a muchos jóvenes en un país donde la mitad de la población son menores de 18 años y la tasa de desempleo es muy alta, gracias al proyecto que facilita diversos cursos de formación y los jóvenes tiene una oportunidad de aprender otras labores.
Su objetivo es crear y reforzar un sector a partir de las pequeñas comunidades de agricultores, ayudándoles a organizarse. Ahora los cereales locales se venden en pequeños negocios que se están abriendo en la ciudad de Senegal y otras poblaciones.
Otra manera de promover los cereales locales es el formar excelentes cocineros que creen nuevas recetas en los restaurantes, formando Asociaciones locales de pequeños agricultores en donde se forman más de 350 mujeres, campesinas y ahora cocineras que ya han iniciado a abrir pequeños restaurantes.
Italia: Cagliari.
Roberta Valenti, profesora de Escuela Elemental en Cagliari, Cerdeña, ha iniciado este año un proyecto de huertos biológicos con sus pequeños alumnos, en colaboración con los padres que se ofrecen para la donación de algunas de las plantas.
El proyecto inicia con el trabajo de la huerta, sembrado, cuidado y recogida de alimentos para posteriormente pasar a la elaboración de los productos cultivados por ellos mismos.
En su experiencia ella nos cuenta que observa que los niños desarrollan mucha capacidad de observación y se vuelven más curiosos, también los nota más tranquilos por el hecho de desarrollar una actividad que los saca de la rutina clásica de estar sentados todo el día en el aula, este proyecto los hace partícipes activos de su propio aprendizaje.