jueves, 15 de mayo de 2014

$$ DESPOJADA POR LOS IMPUESTOS $$

Por Milagros García-Bueno

¡¡¡¡ATENCION, atención…. llega la hora de pagar los impuestos!!!

Hemos entrado en el período del año, en el cual los ciudadanos deben pagar los tributos al Estado. Los impuestos son cargas obligatorias que las personas y empresas tienen que pagar para financiar las infraestructuras del Estado, los servicios, los sistemas de protección social, etc.

El Estado preocupado porque esta obligación de los ciudadanos se realizara de forma óptima, determinó una serie de “Principios” pensando en que la contribución al sostenimiento del Gobierno fuera en una proporción lo más cercana posible a sus capacidades económicas, así como procurar que la época de recaudación fuera el momento más adecuado para obtener el pago del contribuyente, siempre pensando en que dicha recaudación no debía de ser gravosa (al menos es así como se describen esos Principios).

Por estos motivos, el ciudadano está obligado a pagar diversos impuestos al Estado, como pueden ser: IVA – Impuesto sobre el valor añadido; IRPF – Impuesto sobre la Renta; Impuestos sobre sociedades; Impuestos de la tenencia o uso de vehículos; Impuestos sobre hidrocarburos; Impuestos a la herencia; Impuestos sobre transmisiones Patrimoniales;  Impuesto al Alcohol; Impuesto al Tabaco; Impuesto sobre Actividades económicas; Impuestos de los Ayuntamientos…etc., etc., ….impuestos… impuestos… impuestos.

Esta recaudación no viene haciéndose en estas últimas decadas, sino que es un acto que ya se hacía en la alta antigüedad. Una de las primeras formas de cobrar esos tributos la podemos observar en la Edad Media, sobre el siglo IX, con el feudalismo, donde los Señores Feudales exigían esta contribución a sus vasallos.

Y aquí es donde quisiéramos, con este artículo, sorprenderles con una historia de una Mujer, de la que seguro todos hemos oído hablar, pero no todos son conocedores de sus aventuras. Nos estamos refiriendo a

LADY GODIVA

La imagen que todos tenemos de ella es la de una mujer, que se paseó por la ciudad desnuda, a la grupa de un caballo blanco, con el cabello largo cubriendo sus senos. Tantos la han tachado como si fuera una exhibicionista de la revista Play Boy, cuando en realidad fue una defensora del pueblo. Una historia antigua, del año 1000, que tiene más que ver con la economía que con lo erótico.  

Godiva era una mujer famosa por su belleza, esposa de Leofrico, Conde de Chester y Señor de Coventry, en Inglaterra. Godgyfu o Godifu (cuya versión latina es Godiva) significa “Don de Dios” y como tal era vista por sus súbditos, de los cuales era paladina, pues era contraria a las ideas del marido, ya que éste inventaba nuevos impuestos continuamente para engrosar las arcas de su Condado.

En un enfrentamiento con el marido, para que quitara la excesiva presión fiscal, Leofrico responde a Godiva proponiéndole una apuesta: él renunciaría a poner los impuestos si ella tuviera el coraje de cabalgar desnuda por la ciudad al medio día. Ella le pidió  permiso para hacerlo y él se lo concedió, seguro de que no sería capaz.

Algunos cuentan que los habitantes de la ciudad, por respeto a Lady Godiva, aquel día se encerraron en casa para no ver aquella escena indecente. Otros dicen que la gente en el mercado evitaba mirar a la Noble mujer. El caso es que ella lo hizo y a Leofrico no le quedó más remedio que pagar la apuesta y bajar las tasas a los habitantes del Condado de Coventry.

Otros estudiosos de la historia no están muy de acuerdo con lo del desnudo y lo que dicen que lo que ocurrió es que Lady Godiva se despojó de sus joyas (en aquella época, una mujer Noble sin joyas era como ir desnuda… Nosotras mismas, sin ir tan lejos, cuando un día salimos a la calle sin pendientes, nos parece que vamos desnudas). Pues bien, dicen que ella se desprendió de todas sus joyas para que los ciudadanos no tuvieran que pagar tantos impuestos y que la idea de la cabalgada podría derivar de antiguos mitos paganos.

Sin embargo, el evento de los impuestos sí parece tener una parte de verdad, según constata una investigación que posteriormente hizo Eduardo I, Rey de Inglaterra, donde se verificó que en aquel tiempo hubo una disminución muy importante en los impuestos de ese Condado.

Aunque Godiva viene descrita por la historia como una mujer obediente a su marido, ésta le hace frente ante un argumento, que ella sentía importante, como eran los impuestos abusivos que imponía su marido y que impedían a los habitantes de su pueblo vivir modestamente.
Un mito… una leyenda… en definitiva un suceso donde una mujer no tuvo duda en despojarse de todo para solidarizarse con el pueblo.
¡¿Quién da más?!

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