Parinoush
Saniee, socióloga y psicóloga, nació en 1949 en Teherán y nos deleita con su
novela “El libro de mi destino”, el
cual nació como resultado de un proyecto
de investigación realizado en torno a la generación de mujeres que vivieron la
Revolución de 1.979 durante su adolescencia. La novela, como era de esperar,
fue prohibida en Irán y publicada clandestinamente. Los derechos de traducción
se han vendido a veinticinco países, y en 2010 obtuvo el prestigioso Premio
Bocaccio a la mejor novela extranjera en Italia.
La novela nos muestra con maestría
en la vida de Teherán desde los
años previos a la revolución de 1979 hasta el presente, a través de la mirada
de Masumeh, su protagonista, una mujer inquieta e inteligente criada en
el seno de una familia tradicional iraní.
Con una prosa ágil, la historia de
Masumeh nos adentra desde su comienzo en un mundo de emociones, amores,
amistad, esperanza pero también de dolor y desespero. El hecho de estar narrada
a manera de “diario” nos hace sentirnos en todo momento en la piel de su
protagonista.
Pero más allá del recurso literario de
narrar en primera persona, como mujeres
nos sentimos al leerla, identificadas con ella. Podría parecernos muy lejano el
espacio –Irán- en el que trascurren los acontecimientos pero alguna vez seremos
conscientes de que cuando de mujeres se trata, las fronteras no existen.
La familia de la protagonista es una
familia “tradicional”. Pero ¿alguna no lo es? Por el hecho de ser una familia, ya nos encontramos ante una
organización social que se mueve bajo unos cánones inamovibles como una manera
de preservar lo que socialmente se considera un logro adquirido. La autoridad
de la familia es ejercida por los varones, no podemos olvidar que la familia
nace en Roma bajo los auspicios del “pater familias” y las madres, por su
parte, asumen esta autoridad muchas
veces, imponiéndola con mano más dura incluso que los padres.
Por supuesto, que ahora en Occidente a
ninguna mujer la obligan a casarse con tal o cual pretendiente. (Ya lo hicieron
en el pasado) Pero ahora esa obligatoriedad se ha transformado: No te digo con
quien te tienes que casar pero te educo de tal
manera, que no vas a elegir a nadie que no sea “adecuadamente correcto”
a las expectativas que se tienen, por economía, clase social, religión, etc.
Que les digan si no a nuestras adolescentes que salgan con un chico que no se
ajuste a la manera de vestir, pensar y actuar que impera. ¡Les daría horror! Y
más hoy en día en que todo se sabe a través de Facebook, Twitter…
La vida “hipotecada” de esta mujer en
aras a las aspiraciones de los otros, hermanos, marido, hijos… es una perfecta
radiografía de la vida de millones de mujeres y si bien el contexto social es
determinante para ello, no podemos negar que en otros contextos más
“liberales”, la vida de las mujeres es más la vida de otros que la propia. Que
se lo pregunten a las felices jubiladas que hacen planes estupendos y acaban
criando a los nietos.
Las circunstancias políticas y
religiosas que se narran nos permiten entender un poco más sobre el ambiente en
el que se fraguó la revolución iraní en 1979, a raíz de la cual se funda la República
Islámica. Y es imprescindible saber de realidades históricas que han cambiado
el mapa político, religioso y económico de una parte muy importante del
planeta. Hoy en día esa región del planeta es un determinante de la situación
mundial.
Por estar escrita por una mujer y por
contarnos la vida de una mujer, tenemos que abrir el muro de “nuestro status de
liberación” para permitir que estas páginas sean un espejo en el que podamos
contemplarnos.
El final, como no es una “novela rosa”,
no es un final feliz. Si lo hubiera sido,
la novela perdería toda su fuerza y más bien parecería un guión de Hollywood.
Como lectora cuesta reaccionar, pero como mujer, es una evidencia de cómo en la
vida de las mujeres hay un punto de no retorno, un momento en el que si no te
escapas con un ¡punto final! del guión que te han escrito, vas a continuar
siendo un “punto y seguido”.
Un novela para reflexionar con
profundidad en la vida de cada cual, algo que sólo podemos hacer quitándonos el
“antifaz de mujeres occidentales”.
Parinoush Saniee. “El libro de mi
destino”. Editorial Salamandra.
Publicado por Inspiración Femenina Tian.
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