Por: Ana BCamponovo
El día universal del niño nos tiene que convocar no sólo para prestar atención a la situación mundial desfavorecida que tienen esos seres tan especiales que son parte de la especie humana, sino para atender con más consciencia a hijas, hijos y a aquellos que custodiamos.
Toda la fuerza que como adultos tengamos para sanar, crecer espiritualmente, desarrollar nuestro amor, va a repercutir en el proceso de crecimiento y en la evolución de esos seres.
Toda la fuerza que como adultos tengamos para sanar, crecer espiritualmente, desarrollar nuestro amor, va a repercutir en el proceso de crecimiento y en la evolución de esos seres.
Quizás nos haga falta darnos cuenta de que la comunicación y el juego con ellos, en su tiempo de infancia, es un tesoro que nos han enviado para nuestra evolución espiritual. Así que el tiempo que le dediquemos –de acuerdo a las posibilidades de cada una, de cada uno– debería ser un tiempo de alta calidad, de presencia, de atención y de disfrute.
Disfrutar es una asignatura pendiente en la humanidad y la mayoría de las veces lo relacionamos con cosas materiales.
Aprender a disfrutar de los juegos, paseos, arte, música, con los hijos o niños a nuestro cargo es la propuesta que hacemos en este día –para todos los días–. Relacionar el disfrute con el contacto, el abrazo, el juego, la risa, el teatro, las cosquillas, el canto, el color y también con la contemplación o meditación en casa a través de mandalas, por ejemplo, o a través de la pequeña huerta, el germinado de semillas, regalar a los hijos una planta que es un ser vivo, es algo poco habitual... Estos son sólo algunos ejemplos que quizás sean un motivo de inspiración..
Bienvenidos a este 20 de noviembre, en el que también -dependiendo de la edad de los jóvenes que tenemos a nuestro cargo– podemos hacer un paseo por la situación de la infancia en el planeta.
Compartimos el trailer de la película Bebés, dirigida por Thomas Balmès, Francia 2010. Hemos tenido la experiencia de ver cómo disfrutan niños, jóvenes y adultos con este film.
–cultura general–
La Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó en 1954 que los países instituyeran el Día Universal del Niño, para fomentar la fraternidad entre todos ellos y promover su bienestar con actividades. El 20 de noviembre marca la fecha en que la Asamblea aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.
En 2013, durante la Ceremonia de firma y depósito de instrumentos de ratificación o adhesión relacionados con tratados, que se celebró en Nueva York, funcionarios de la ONU instaron a aquellos Estados Miembros que aún no han ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño y sus tres Protocolos Facultativos a hacerlo, pues ello es vital para proteger a la infancia contra el abuso y el maltrato.
Los millones de niños afectados por el tifón Haiyan en Filipinas, por el conflicto en Siria, las guerras en África y la pobreza en otras partes del mundo, nos recuerdan a diario lo vulnerable que es la infancia ante los desastres naturales y las atrocidades provocadas por los adultos.
A pesar de ello, se han logrado algunos avances relevantes. Por ejemplo, la mortalidad infantil bajó en 2012 a unos 6,6 millones, casi la mitad de las registradas en 1990. La tendencia es positiva, pero se puede hacer mucho más. El director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, ha señalado que la mayoría de esas muertes se pueden evitar con servicios básicos de salud y nutrición adecuada, entre otros aportes.
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