lunes, 24 de junio de 2013

LA EDUCACIÓN… ¿ES UN TRAUMA?

Publicado por Claudia Magnou, Uruguay


            Reflexionando a propósito del papel que juega la educación formal en nuestro estilo de vida, podemos darnos cuenta que es otro de los aspectos que se encuentra en crisis.
En América Latina se suceden graves deficiencias, desde la formación del plantel docente, la calidad de la educación es cuestionada; lo cual se refleja en la pobre formación académica de los egresados en diferentes niveles de la educación. Y por si fuera poco, la propia infraestructura edilicia y de recursos materiales, muestra grandes niveles de deterioro.
Cada vez se hace más perentorio, que la educación, tal y como la hemos concebido hasta ahora, entre en un profundo replanteamiento.
¿La desmotivación de los educadores en la labor de enseñar, el ausentismo y desinterés del alumno, las grietas de los edificios, pueden ser los signos de un futuro que exige una renovación?
  Podemos definir trauma como una experiencia en la vida del ser que le conmociona y afecta a toda su estructura, y que necesita reacomodarse. El trauma rompe, deforma, provoca cicatrices, genera secuelas. Secuelas como todo lo que “se cuela” y le hace al ser perder su identidad, su belleza.
A partir del trauma, ya el ser se mueve en torno a la secuela, y no a su propia identidad.
Nos resulta más evidente constatar los traumas físicos, que conmocionan al ser y le dejan cicatrices. Incluso también consideramos traumáticos, aquellos acontecimientos acompañados de una violencia manifiesta, que aunque no dejen huellas en lo físico, sí las sentimos en el alma.
Quisiéramos plantear una reflexión: ¿no se traumatiza el alma en la forma en que nos educan?
La forma en la que concebimos la vida se nos inculca a través de la educación que recibimos, y así aprendemos a competir, a rendir exámenes, a intentar ser los mejores mientras acumulamos fracasos por no poder llegar a serlo. Aprendemos que la vida es una lucha, y que lo importante es ganar, porque la historia la escriben los vencedores.  
En la medida en que concebimos la vida como limitada, la consciencia del  ser es que nace, crece, se desarrolla y muere. Hay un principio y un fin. Al plantear que tenemos un principio, incorporamos la idea de que venimos “vacíos” y que debemos de ser “llenados” de conocimientos, que nos brinden los recursos para “ser alguien” en esta vida. 
Desde la Tradición Oriental, la vida se concibe como ilimitada, y cada ser, como una necesidad de la Fuerza Creadora, con una función que cumplir en este Universo. En el momento de nacer, ya está dotado de un mensaje y de los recursos necesarios para irlo desvelando a lo largo de la vida. No somos un saco vacío por llenar sino todo un misterio por vivenciar.

Distinta sería la educación, si concibiéramos la vida como un cúmulo infinito de posibilidades, que confluyen en cada ser como realidad única e insólita del Universo. Nuestro afán sería el de guiar a cada ser para que se descubriera en su virtud, brindándole los medios para transformarse en una solución, y no en un “niño problema”.
Si concebimos la vida, como un problema, como un conflicto permanente, como una lucha por ganar, así moldearemos a cada ser que surge a la vida, para que vaya limitando sus posibilidades. Y el alma se conmociona, se deforma y se rompe, hasta que poco recuerda de su identidad, la belleza se desvanece y se instaura la fealdad.
Así, nos atrevemos a plantear que hoy por hoy, la educación es generadora de traumas que dejan secuelas a lo largo de la vida. Revisar la educación, en el Planeta, implica, entonces, plantearse nuevamente qué es la vida.
En esa medida, podríamos transformar la secuela, traslocando la palabra, en unaescuela… ¡convirtiendo el vivir en una escuela!, donde siempre habrá un guía que irá quitando los velos de nuestro entendimiento, para que se haga la luz, esa luz que somos, y que resplandece cuando nos realizamos en nuestra virtud… al servicio del Universo.



3 comentarios:

  1. Convertir la vida en una escuela, es el ideal. Una escuela donde las asignaturas sean, la convivencia armoniosa, la solidaridad, la ternura, la amabilidad, el respeto, la belleza del estar... uy ese sería el gran ideal.
    Es lamentable ver como miles y miles de niños entran a las escuelas públicas y privadas y en poco mas de 10 años esos niños y niñas se han transformado en seres incapaces de convivir entre ellos mismos. Eso necesita la pronta atención de todos.
    Aquí les dejo un material que cuelgan en internet los jóvenes en edad escolar, cuestionando duramente el sistema educativo.

    http://www.youtube.com/watch?v=D-eVF_G_p-Y&feature=c4-overview&list=UU4zccsgn1Nys_sIcOYd2fTw

    Estas manifestaciones son favorables, escuchémoslos y como dicen en el artículo hagamos escuela sin secuelas...

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  2. Aquí les comparto una entrevista a Claudio Naranjo, publicado en webislam

    http://www.webislam.com/articulos/60921-la_educacion_que_tenemos_roba_a_los_jovenes_la_conciencia_el_tiempo_y_la_vida.html

    Rosa

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    1. Rosa: Muchas gracias por tus comentarios y tus links, realmente interesantes.

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