lunes, 24 de marzo de 2014

BAN BOSSY – La campaña que prohíbe la palabra “mandona”.


En los últimos días, está circulando por los medios sociales una campaña titulada Ban Bossy que traducido sería “Prohíbe Mandona”. Una campaña ideada por Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de Facebook y por Rachel Simmons cofundadora del Instituto de liderazgo para niñas.
Su misión es clara, lograr que la palabra “mandona” deje de limitar las acciones de las niñas para que en el futuro puedan convertirse en lideres.
Aquí les hacemos un resumen de sus ideas:
“Cuando se trata de niñas y la ambición, el patrón es claro: se disuade a las niñas de liderar. Cuando un pequeño se impone o toma el mando en un juego, se le llama “líder”. Sin embargo, cuando una pequeña hace lo mismo, se arriesga a que la tilden de “mandona”: una palabra precursora de otras como “agresiva”, “enojada” y “demasiado ambiciosa” que atormentan a líderes femeninas sólidas a lo largo de su vida.
Llamar a las niñas mandonas es una de las tantas cosas que hacemos para disuadirlas de que sean líderes. No es extraño que en la escuela secundaria, con frecuencia, las niñas estén menos interesadas que los varones en desempeñar los roles de liderazgo; una tendencia que continua en la adultez.
Para ayudar a cerrar la brecha de liderazgo con respecto al genero se ha lanzado la campaña “Ban Bossy”, una campaña de interés público para estimular el liderazgo y el éxito en las niñas.
La niña que tenga el valor de levantar la mano en clase se convierte en la mujer con la confianza para imponerse en el trabajo. Como educadores, existen pequeños cambios que cada uno de nosotros puede realizar y que tienen un gran impacto en la confianza y las ambiciones de las niñas.
El momento de comenzar a formar líderes femeninas es ahora. La palabra “Bossy (mandona)” envía un mensaje muy claro: No levantes la mano, ni digas lo que piensas.”
“Cuando la palabra Bossy (mandona) se aplica a mujeres y niñas, da la impresión de que no tienen el derecho de ser el JEFE (eso significa la palabra Boss, de donde deriva el termino Bossy), da la impresión de que están actuando de una manera socialmente inapropiada e inaceptable”.
Dentro de su página www.banbossy.com vienen consejos tanto para las niñas, como para los padres, y los profesores para ayudar a las niñas a fomentar sus habilidades de líderes.
Por supuesto, las críticas no se han dejado esperar y son muy variadas.
Ann Friedman, la escritora feminista, alega que este movimiento trata de que las opciones de las mujeres se expandan restringiendo la manera en la que se habla de ellas, y cree que es contradictorio. Algunos creen que no hay nada más expansivo y progresista que creer que puedes actuar y ser tú misma sin el temor de ser etiquetada con una palabra. Es decir, no nos tiene que importar cómo nos llamen, tenemos que creer en nosotras mismas.
Y en cierto sentido esto es verdad, esto sería lo ideal. Lo malo es que las mujeres seguimos muy influenciadas por lo que los demás piensan sobre nosotras, sobretodo a edades tempranas, cuando lo único que queremos es pertenecer a un grupo.
Sin embargo, a raíz de este movimiento, los lingüistas han sacado sus propios estudios y los resultados confirman la propuesta de Ban Bossy:
Orin Hargraves, lingüista de la Universidad de Colorado, utilizando un software lingüístico para analizar la palabra Bossy (mandón-mandona) dice que los resultados de “ella es mandona” son mucho más frecuentes a los de “el es mandón”. Para ella 210 veces; para el 131 veces.
Nic Subtirelu, estudiante sociolingüista en la Universidad del Estado de Georgia, utilizó otro método y recogió una muestra de 101 maneras en las que se usa el adjetivo “bossy”, encontrando que se usa en mujeres tres veces más que en hombres.

Desde Inspiración Femenina creemos, y ya en otras ocasiones hemos comentado, que el mundo necesita de las ideas femeninas para poder evolucionar. Si esas voces femeninas son calladas desde temprana edad, va a ser difícil después que aprendan a expresarse.
Cierto es que hay que tener cuidado con la manera en la que guiamos a estas niñas para que no se corten de ser “Bossy”, ya que si permitimos que actúen cómo lideres sin pensar en los demás, sin ser empáticas con su medio, y sin preocuparse de cómo sus acciones pueden afectar las acciones de los demás, entonces no serán lideres femeninas, sino que serán una copia de esas que ya no necesita la evolución de la humanidad.
Quizás la palabra “Bossy” tienen un significado peyorativo, por la manera en la que se ha ejercido ese liderazgo desde lo masculino, en donde el JEFE se sitúa en la punta de una pirámide jerárquica. Sin embargo, cuando la mujer ejerce el liderazgo sin limitar los patrones masculinos, sino desde una perspectiva femenina, nunca es un liderazgo piramidal. Y eso está comprobado en múltiples estudios.
Tal vez el asunto clave no sea el prohibir una palabra, sino el crear consciencia de que no se puede minar el autoestima de una persona llamándole nombres que la hagan sentir mal. Educar a las niñas para creer en sí mismas y hacerlas fuertes e inmunes a los ataques externos nos parece primordial.
Como mujeres, nos deberíamos de preocupar un poco más por ayudar hoy, a que ese futuro sea más esperanzador. La educación es la clave, centrémonos en regar la semilla del futuro.

Aquí les dejamos un video promocional de la campaña Ban Bossy:

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